Rhamnus es una de las plantas invasoras más difíciles de combatir en Minnesota, y el tratamiento habitual es eliminarla y luego quemarla. Sin embargo, según el Wood Products Council, la quema al aire libre libera 1,82 libras de dióxido de carbono por cada libra de madera. Para combatir esto, Great River Greening, una organización centrada en la restauración de tierras y soluciones climáticas basadas en la naturaleza, ha promovido una nueva forma de quemar madera y biomasa: producir biocarbón.
La organización demostró recientemente el uso de su nuevo "horno de caja grande" en Lake Elmo Park Conservancy, que produce biocarbón, una sustancia similar al carbón que puede usarse para fortalecer el suelo y retener carbono. "En la quema a cielo abierto, todo el carbono se libera, por lo que esto supone un enorme beneficio para las prácticas climáticamente inteligentes", afirmó Kateri Routh, directora ejecutiva de Great River Greening.
Todd Lexvold, director de conservación de Great River Greening, también participó en prácticas de quema a cielo abierto, pero el daño ambiental lo llevó a buscar biocarbón como alternativa. En las ciudades, la madera de desecho se puede convertir en energía, como en el sistema energético distrital del centro de St. Paul. Pero en el caso de las quemas a pequeña escala en zonas rurales, esto no siempre es factible.
El nuevo enfoque de Great River Greening no sólo ofrece una solución más respetuosa con el medio ambiente para hacer frente a las plantas invasoras, sino que también proporciona una alternativa viable a las quemas a pequeña escala en zonas rurales. Al producir biocarbón, la organización ayuda a reducir los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera al tiempo que proporciona nutrientes al suelo y promueve la restauración ecológica.