El 10 de marzo, el gobierno francés lanzó la tercera versión del Plan Nacional de Adaptación para el Cambio Climático (PNACC), que incluye 52 medidas para ayudar a Francia a hacer frente al calentamiento global. Sin embargo, algunos expertos en clima creen que el plan debe mejorarse.
Según AFP, el ministro de Transición de Energía francesa, Agnès Pannier-Runacher, lanzó la versión final de la tercera versión del Plan Nacional de Adaptación para el Cambio Climático el 10 de marzo, diciendo que el plan ha formulado "una serie de medidas específicas para adaptar el territorio francés al cambio climático". Pannier-Runacher enfatizó que Francia ha aumentado 1.7 grados de temperatura desde 1900, y el impacto del cambio climático "ya no es una excepción" sino una "nueva normalidad" e incluso una "realidad trágica".
Las principales medidas del plan incluyen el fortalecimiento de la escala de financiación del Barnier de Fonds. El fondo se estableció en 1995 para ayudar a los gobiernos locales, pequeñas empresas e individuos a recaudar los fondos necesarios para reducir su exposición a desastres naturales. El Gobierno planea expandir el fondo a 300 millones de euros, pero la Federación de Seguros francesas (Francia Aseguradores) cree que esto todavía no es suficiente.
Además, Panier-Runacher anunció que el Fondo Verde (Fonds Vert) se movilizará para invertir un récord de 260 millones de euros en medidas de adaptación climática. Además, la Agencia de Agua Francesa asignará casi mil millones de euros para la adaptación climática, de los cuales 30 millones de euros se utilizarán específicamente para prevenir la expansión de los suelos de arcilla (un fenómeno que puede causar grietas en las casas, etc.). En la primera mitad de 2026, el gobierno lanzará un nuevo plan de acción destinado a movilizar aún más a los inversores privados, especialmente a los bancos, para participar activamente en la prevención de riesgos climáticos.
"La inversión en la adaptación al cambio climático debe coincidir con el desafío". Panier-Runacher enfatizó que el gobierno ha aumentado el presupuesto en un 40% para apoyar la implementación de estas medidas.
Otras medidas incluyen: fortalecer la protección de los trabajadores que trabajan en entornos calientes, realizando diversos estudios y evaluaciones para ajustar mejor las operaciones de transporte y agricultura, revisar las regulaciones sobre la renovación de la vivienda, desarrollar planes de acción para la adaptación al cambio climático para varios sectores económicos y fortalecer la protección de los principales sitios de patrimonio cultural francés (como la Torre Eiffel y Mont-Michel).
Además, el gobierno lanzará un trabajo para dar efecto legal a la trayectoria de referencia para la adaptación al cambio climático (TRACC), que se convertirá en un estándar de referencia para que las instituciones públicas formulen políticas. Al mismo tiempo, en 2025, el gobierno francés brindará apoyo a 100 gobiernos locales de coalición para ayudarlos a adaptarse mejor al cambio climático.
Nicolas Richard, vicepresidente de la Asociación Francesa de Medio Ambiente Natural (FNE), dijo que aunque el plan "tiene buenas intenciones", "el problema es que no sabemos si estas medidas pueden ser financiadas adecuadamente y cómo implementarlas específicamente". "La dirección del plan es correcta, pero carece de ejecución". Dijo con pesar.
Guillaume Dolques, un experto en clima del I4CE Climate Economics Institute, cree que el plan es solo el primer paso. Para que realmente funcione, "la clave radica en si el gobierno toma las decisiones correctas y proporciona recursos que coinciden con los objetivos".
La organización no gubernamental Oxfam ha hecho críticas más severas al plan, calificándolo de "ineficaz" porque el plan "carece de medios apropiados de implementación y no tiene suficiente presupuesto para implementarlo". Oxfam cree que el plan "una vez más perdió la oportunidad de proteger a las personas", y es particularmente lamentable que "no considere completamente las necesidades de grupos vulnerables como los ancianos y los niños".
"El costo de la inacción es mucho mayor que el costo de la adaptación", enfatizó Oxfam. Este punto también fue reconocido por el ministro Panier-Runacher. Ella dijo: "Por cada 1 euro invertido en adaptación al cambio climático, se pueden evitar 8 euros en costos de restauración posteriores al desastre".
Esta versión del Plan Nacional de Adaptación se lanzaría originalmente a fines de 2023 y se anunció como uno de los contenidos principales de la estrategia del gobierno para combatir el cambio climático, haciéndose eco de la política de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, debido a varios horarios políticos, se pospuso repetidamente hasta que se archivó nuevamente después de la disolución del parlamento en junio del año pasado.
Finalmente, el plan se lanzó para consulta pública a fines de octubre del año pasado.
El plan se basa en un pronóstico del calentamiento de 2.7 grados en Francia para 2050 y 4 grados para 2100.